Westbrook, Randle y el ‘antiquinteto’

Nos animamos a elegir nuestro equipo de mitad de torneo, pero con una única peculiaridad: no son los mejores de los mejores. Al contrario, son un grupo de jugadores que, bien porque se esperaba más de ellos, bien porque han perjudicado a sus respectivos equipos, merecen una mención especial.

¿Quiénes han sido los peores y por qué? Sin más preámbulos, aquí está nuestro ‘anti-cinco’ de la NBA:

Kyrie Irving (Brooklyn Nets)
En primer lugar, tomemos este ‘análisis’ con un toque de humor.

Aunque nadie puede discutir su talento, todos podemos pedirle que lo utilice mejor. Definido por Charles Barkley como “medio hombre – media temporada” por no poder jugar cuando su equipo está en casa porque no está vacunado contra el Covid, el base es un jugador que puede considerarse, como mínimo, polémico.

Su pasado también le condena. Por sus celos con LeBron James, pidió dejar Cleveland para ser la estrella de otro equipo. Boston le abrió las puertas, pero de allí también se fue dando un mal portazo. Y ahora en Brooklyn juega la mitad de los partidos. ¿Terraplanista confeso, antivacunas y jugador a tiempo parcial? ¿No es suficiente para ser titular en este equipo antiideal?

Russell Westbrook (Los Ángeles Lakers)
Cuando se informó de que ‘Mr. Triple-doble’ se unía a Los Ángeles Lakers para formar un Big 3 con AD y LeBron James, las expectativas sobre su juego y lo que podía aportar a los amarillos y púrpuras eran altas. Sin embargo, las cosas no han ido como se esperaba.

La producción de Russ ha estado muy por debajo de los promedios de su carrera y en una evolución a la que estaba poco o nada acostumbrado en su paso por OKC, Houston y los Wizards, ha tenido que comerse más minutos en el banquillo de lo esperado. Desde su debut en la 2008-09 y en adelante, Westbrook está promediando su menor número de puntos por noche con 18,3, números cercanos a sus dos primeras temporadas en la NBA con 15,3 y 16,1 en sus dos primeros años.

El promedio de asistencias del base es el quinto peor de su carrera con 7,6. (Tuvo 5,3 en 2008; 5,5 en 2011; 6,9 en 2013 y 7,0 en 2019). Nada que ver con las 11,7 que registró la temporada pasada con Washington. Su porcentaje de tableros también ha bajado con referencia a la temporada 2020-21, donde tuvo 11,5 por noche; ahora cifra 7,8 rebotes por partido.

Ben Simmons (Brooklyn Nets)
Ben Simmons figura en este grupo no por lo mal que ha jugado, sino porque no ha jugado. Y no ha jugado porque algún factor físico se lo ha impedido, sino porque no ha querido. Durante toda la temporada, los Sixers exploraron varias opciones de canje sin mucha suerte hasta que pudieron lograrlo en el trade deadline. Los Nets reciben en Simmons a un jugador con un talento extraordinario y único, pero con una actitud ganadora cuestionable y pocas ganas de mejorar en las áreas en las que se necesita mejorar urgentemente.

El entrenador Steve Nash ya le ha quitado algo de presión al decir que no necesita que tire de tres porque ayuda en otras áreas, pero ¿qué hacemos con su 59,7% de tiros libres cuando va a la línea una y otra vez en un cuarto? El último recuerdo que les queda a los aficionados de Philly es el del jugador que no hizo ni un solo intento desde más allá del arco y que se fue 45-15 desde la línea de tiros libres ¡¡¡33 por ciento!!! – en los playoffs de 2021.

Julius Randle (New York Knicks)El jugador más mejorado de la temporada pasada ha empeorado esta temporada. Todo lo que transmitió el ala-pívot de los Knicks en la campaña 2020-21 fue esperanza de algo nuevo para la franquicia, que llegó a los playoffs por primera vez desde 2012-13. Acudió al Partido de las Estrellas, promedió 24,1 puntos, 10,2 rebotes y 6,0 asistencias por partido, de lejos los mejores números de su carrera, y se convirtió en una amenaza desde más allá del arco, desde donde lanzó para un 41,1 por ciento.

Tras firmar una merecida ampliación antes de esta temporada, sus números ofensivos han bajado (19,6 ppg, 30,1 porcentaje de triples), pero lo más preocupante es su actitud en la cancha. Su gesto con los aficionados en el Madison Square Garden en un partido contra los Celtics en enero, su lenguaje corporal en la cancha y en el banquillo y las continuas peleas con árbitros, medios de comunicación y aficionados dejan mucho que desear del hombre que se supone que es el líder de ese equipo en ausencia de Derrick Rose. Un columnista de la ciudad no podría haberlo descrito mejor: “Randle ha sido un problema para los Knicks, no un problema para otros equipos.

Tristan Thompson (Sin equipo)
Seguimos con el humor como lema: Necesitábamos un pívot y elegimos a Tristan Thompson. Desde 2020 a esta parte, ha vestido cuatro uniformes: Cleveland, Boston, Sacramento e Indiana. En los dos primeros equipos tuvo minutos para sudarlos, pero en Sacramento se encargó de sostener la comitiva.

Sus minutos por partido bajaron de 32 a 15 y antes de ser traspasado a los Pacers, estuvo 14 partidos sin ver acción. Fue cortado por Indiana. Fuera de la cancha ha tenido varios romances. Incluso fue novio de Khloé Kardashian, quien parece que siempre quiere volver con él y se empeña en perdonarle sus infidelidades. Si en la cancha mostrara la misma decisión que en su vida amorosa, tal vez hoy no formaría parte de este equipo de antihéroes.

Sexto hombre: James Harden (Philadelphia 76ers)
A primera vista, no tiene mucho sentido decir que un jugador que promedia 22-10-8 pertenece a los peores de la liga. Pero, ha sido su comportamiento el que le ha colocado en esta lista. Por segunda temporada consecutiva, el base estrella forzó su salida de un equipo. En su momento dejó los Houston Rockets y ahora hizo lo propio con los Brooklyn Nets.

Harden lleva 15 partidos con al menos 20 puntos y 10 asistencias esta temporada, la tercera mayor cantidad en la NBA. Además, es uno de los dos jugadores que ha sido nombrado All-Star en cada una de las últimas 10 temporadas, junto con LeBron James. Llega a Filadelfia en busca de su primer anillo ya que, es uno de los tres jugadores con al menos 3.000 puntos en postemporada y ningún título. Sin embargo, todas sus virtudes también van de la mano de sus defectos.