Tyson dice que noqueará a Wilder
Tyson Fury asegura que el tercer enfrentamiento contra Deontay Wilder no llegará por error este sábado al final de los 12 asaltos, y que noqueará sin piedad como lo hizo en la más reciente pelea.
El campeón de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo también afirmó que nunca ha peleado por un legado, ni para hacer historia. Tan simple como que es su trabajo porque es un boxeador profesional y sabe que su esfuerzo será recompensado en dinero, que los aplausos van y vienen.
Fury (30-0-1, 21 KO’s) sólo espera que Wilder (42-1-1, 41 KO’s) salga a boxear, a ir de frente y ofrecer una resistencia que cree que nunca existió en febrero de 2020, cuando el británico ganó la pelea por nocaut técnico en el séptimo asalto.
“No lo sé, ya veremos qué pasa”, dijo Fury sobre su predicción de cuándo podría terminar la pelea. “No tengo ninguna duda de que lo voy a noquear. Puede que retroceda y corra durante unos cuantos asaltos. Si no se engancha, entonces es difícil noquearlo (…) Si viene corriendo, entonces se prolongará el final. Pero, tarde o temprano, voy a encontrarle, y en cuanto me ponga a distancia de golpeo, será over…..”.
Wilder se ha cansado de acusar a su propio personal y a Fury de hacer trampas en su más reciente enfrentamiento, desde que su esquina detuvo la pelea antes de tiempo, hasta que el ahora campeón tenía los guantes adulterados. Incluso esta misma semana de la pelea reiteró sus acusaciones en todas partes y ante cualquiera que quisiera escuchar.
Fury consideraba que sólo eran la respuesta a la impotencia de verse superado en todos los aspectos, que era débil mentalmente y que le faltaba honestidad para aceptar simplemente que había sido derrotado en todas las fases del combate.
“Con todas esas excusas que ha puesto; todas esas historias que ha creado en su pequeño mundo cerebral se nota que es muy, muy inestable. No lo tenía tan claro como para ser ese tipo de persona. Pero siempre los hombros muestran sus ingredientes cuando están en el punto más bajo de su carrera o de su vida”.
Fury peleará por tercera vez con Wilder después de que el combate se convirtiera en obligatorio por orden de un juez, arruinando la posibilidad de una megapelea entre Fury y Anthony Joshua por el campeonato indiscutible; se informó de una oferta para un combate entre ambos por unos 250 millones de dólares en Arabia Saudí. Joshua fue destronado por Oleksandr Usyk hace unas semanas para convertirse en el campeón mundial de los pesos pesados de la OMB, la AMB y la FIB, lo que complica aún más las posibilidades de que un combate entre los ingleses tenga lugar en el futuro.
“Cuando la decepción está fuera de tus manos, entonces realmente no hay nada que puedas hacer al respecto”, dijo Fury. “Esto no está en mis manos. Tengo que ganar mi pelea, que es lo que haré el sábado por la noche, y luego veremos lo que sigue….. Sí, estoy decepcionado, pero ¿qué voy a hacer para llorar? No, porque cuando una puerta se cierra, otra se abre. Cada vez que pasa algo negativo, puede pasar algo positivo”.
Fury reconoció que tiene que salir a pelear y estar muy atento, porque no puede dar por hecho que Wilder estará mucho más preparado, con ganas de demostrar que es un verdadero campeón, además de que tiene la pegada y el currículum de un boxeador que ha sido campeón del mundo, con 11 defensas del título, incluyendo 10 victorias en el campeonato mundial.
“Creo que es como un tigre enjaulado, listo para ser liberado”, comentó. “No tiene nada que perder. Ya ha perdido la esperanza. Ya no toca fondo y le pagan mucho dinero. Así que ponte en su lugar: la gente dice que por qué acepta esta pelea. Probablemente está ganando entre 10 y 20 millones de dólares, ¿por qué no aceptaría esta pelea? Probablemente le han pagado cacahuetes por peleas en el pasado”.
“Sé que lo he hecho”, añadió. “Entonces, ¿por qué no querría pelear con alguien por 20 millones de dólares?”.
Wilder también debe ser consciente de que se está jugando su prestigio y su permanencia en la élite porque una derrota le pondrá en una larga lista de espera para otra oportunidad de pelear por el campeonato del mundo con exuberantes dineros económicos por delante.
“Haber visto ciertas cosas que sucedieron en la segunda pelea me ayudó a mejorar como hombre y como luchador, aumentando mi hambre de gloria”, dijo Wilder. “Necesitaba todo lo que pasó en esa pelea, fue una bendición disfrazada”.
“Tengo todo que ganar y nada que perder”, añadió. “Tu legado sólo perece cuando muere el deseo de este deporte. Y yo estoy bien vivo ahora mismo”.