Tres peloteros latinos candidatos a revelación

Pero, ¿quiénes son los principales candidatos a ser la revelación de la temporada 2022? Aquí está nuestro ‘Top 3’ conformado por dos jugadores dominicanos y un venezolano.

  1. Julio Rodríguez (Marineros de Seattle)
    Para muchos aficionados casuales, el dominicano Julio Rodríguez se ha deslizado bajo el radar entre las estrellas. Mientras Vladdy Jr, Fernando Tatis Jr, Juan Soto, Wander Franco y Ronald Acuña son las estrellas del béisbol joven, la comunidad que rodea a los Mariners espera que el prospecto de 21 años se convierta en la próxima leyenda del club y logre por fin lo que A-Rod, Ichiro, Griffey Jr y Edgar Martínez no pudieron: llegar a la Serie Mundial.

Ahora es la era de “J-Rod”, un chico de Loma de Cabrera, República Dominicana, firmado por 1,75 millones de dólares en 2017 como un jugador de 5 herramientas, pero de las cuales es un bateador de contacto y de poder, enfocado en su acondicionamiento físico y un atleta de muy alto rendimiento. Es rápido en las bases y como jardinero central es el tipo que cubre todo el rango posible en el espacio. También entiende el proceso y asume que hoy en día las esperanzas de la organización están centradas en sus hombros, todo ello con sólo un fin de semana en las mayores.

No hay duda de que está preparado para ser el próximo jugador latino de impacto, y en general la próxima estrella de impacto en el béisbol. Rodríguez tiene 217 juegos de experiencia en las ligas menores donde tiene un promedio de .331, 30 jonrones y 152 carreras impulsadas. Su talón de Aquiles es la disciplina en el plato, pero quizás eso sea parte de la evolución de un bateador de su calibre. Ese fue el caso de Javy Baez, por ejemplo. Pero no busquemos comparaciones.

J-Rod no quiere ser A-Rod, ni Ichiro, quiere ser Julio, el muchacho que con apenas 20 años vivió la experiencia de jugar por República Dominicana en el preolímpico de Florida y tras ayudar a ganar un histórico boleto a los Juegos Olímpicos, también fue parte de una delegación que se llevó la medalla de bronce en Tokio 2020 bateando 10 hits en 24 entradas en tierras asiáticas.

Cómo se envía a las Ligas Menores a alguien que batea .412 con 3 HR en 14 juegos de Spring Training? Muy difícil. Seattle apostó por su puesto en el roster y por atar los cabos sueltos en su desarrollo mientras producía en las mayores. Boston lo hizo con Devers y Bogaerts, Toronto lo hizo con Vladdy Jr. e incluso Atlanta lo hizo con Acuña.

Ahora le toca a Seattle desarrollar a una de las estrellas emergentes del juego, que además tiene la actitud y el carisma para poner en escena todo el paquete. Julio Rodríguez, o “J-Rod”, será un espectáculo digno de ver en Seattle en los próximos años y quizás sea el que marque ese histórico billete a la Serie Mundial. Seattle se lo merece.

  1. Jeremy Pena (Astros de Houston)
    Peña tiene una gran responsabilidad en Houston: sustituir a Carlos Correa. No es una tarea fácil. La mejor manera de hacerlo es no crear falsas expectativas de querer ser otro Correa. Peña quiere serlo y a sus 24 años es un shortstop con rango defensivo y manos por encima del promedio que lo hacen destacar defensivamente, pero cuyo desarrollo ofensivo lo coloca actualmente como el prospecto número uno de la organización.

Luego de despachar 10 jonrones en AAA que lo dejaron con un promedio de .287 en 2021, además de mostrar mucho progreso ofensivo en la Liga Dominicana con las Estrellas Orientales, los Astros se la jugaron por este prospecto de bajo perfil que fue seleccionado en la tercera ronda del draft amateur de 2018, proveniente de la Universidad de Maine. Peña nació en Santo Domingo, pero a los 9 años se mudó con sus padres a Providence, Rhode Island, donde se dirigió al béisbol a través del sistema universitario estadounidense. Sin embargo, fue seleccionado en el Draft de la LIDOM por las Estrellas Orientales.

En términos de capturas es un “sleeper”, es decir, un jugador sin mucho ruido. El fichaje de Correa por Minnesota le abrió las puertas a su oportunidad y le dio sus credenciales. Hoy está más que listo para las mayores y su experiencia en la Liga de Invierno ha sido valiosa jugando 60 partidos en las últimas dos temporadas donde ha demostrado ampliamente su progreso ofensivo que no era tan claro desde el inicio de su carrera cuando era considerado un jugador más inclinado a la defensa. Tras registrar un promedio de .350 en los entrenamientos de primavera con un par de jonrones en 8 partidos, todo quedó claro.

Durante el primer fin de semana de la temporada no sólo dio su primer golpe, sino también su primer jonrón, y lo curioso es que ocurrió mientras sus padres eran entrevistados para la transmisión televisiva. ¡Imposible de planificar! Peña no busca consolidarse como un jugador de Grandes Ligas en 2022 y quien será de gran ayuda en su desarrollo es su compañero de equipo en el centro, nada menos que José Altuve.

  1. Robert Suárez (Padres de San Diego)

El caso de Robert Suárez es más que atípico. Un lanzador que no logra firmar con ningún equipo de Grandes Ligas a pesar de tener una potente recta. Suárez firmó con los Saraperos de Saltillo de la Liga Mexicana de Béisbol en 2015 tras probar con un equipo de la Liga Norte de Coahuila.

Firmó con Saltillo a la edad de 24 años. Sin embargo, mostró su arma secreta: Una poderosa recta de más de 100 millas y un cambio devastador, además de un slider y una curva para complementar su arsenal que causó una excelente primera impresión en Saltillo. Esto llamó la atención de los Halcones de Fukuoka SoftBank que lo llevaron a Japón como especialista del bullpen. Cuanto más se adaptaba a su nuevo entorno, mejor progresaba como brazo disponible.

Suárez se sometió a una cirugía Tommy John y a su regreso en para 2018 fue parte de los años consecutivos de la carrera por el título de los Hawks. Para el 2019 firmó como agente libre con los Tigres de Hanshin y fue designado cerrador terminando dos veces como líder de salvamentos de la Liga Central y despejando todas las dudas sobre su brazo.

Para 2022 Suárez probó la agencia libre de la MLB y recibió una oferta de un año con opción para 2023 con los Padres de San Diego. Su debut fue en el Día de la Apertura donde fue duramente castigado con 3 carreras limpias, y dos bases por bolas. Sin embargo, el equipo no entra en pánico por un debut para olvidar. El mánager Bob Melvin confía en que Suárez acabará siendo su cerrador, mientras tanto está cogiendo experiencia con el ritmo de juego.

Su punto fuerte es el aspecto mental. Entrenado bajo la escuela japonesa durante muchos años, es un lanzador de estiramiento y contracción. Su mentalidad y visión están alimentadas por la adversidad en su carrera y eso se convierte en una motivación para un equipo como los Padres, que se beneficiarán de sus ganas y su recta de 100 mph.