Topuria: El nuevo monstruo del peso pluma
A sus 26 años y con un récord invicto de 14-0, el peleador hijo de georgianos y radicado en Alicante, España, confía en que será el mejor del mundo, que puede acabar con Alexander Volkanovski en un round.
Tras derrotar a Josh Emmett, que hasta el sábado ocupaba el puesto número cinco en el ranking de la UFC, podemos decir que Topuria ha puesto en alerta a los grandes de la categoría, pero también hay que tener en cuenta que lo que le queda en su camino hacia el cinturón puede ser un reto mayor.
Emmett pudo haber sido finalizado en dos ocasiones, al cierre del segundo y del cuarto asalto, pero tanto el árbitro Marc Goddard como su esquina optaron por darle al estadounidense la oportunidad de continuar, probablemente en contra de su propio bienestar, ya que el castigo en la cara era demasiado y era imposible darle la vuelta a una puntuación muy desigual.
Topuria fue a la decisión por segunda vez y eso es una buena noticia para él. Parece inminente que en un futuro cercano se enfrente al excampeón Max Holloway, al monarca Alexander Volkanovski y al titular interino Yair Rodríguez. Todos acostumbrados a dar combates de 25 minutos y con una resistencia tremenda.
Aunque sus críticos aprovechan que no logró someter ni noquear a Emmett, como prometió, para decir que era necesario verlo a prueba para ver si estaba listo para la pelea de campeonato.
Lo está.
El siguiente nivel
En sólo dos años y medio, “El Matador” ha pasado por todo. Una pelea con poca antelación en la que venció a Youssef Zalal por decisión, un sólido nocaut en boxeo a Damon Jackson, una aplastante actuación contra el siempre incómodo Ryan Hall, se fue a la lona y se recuperó para noquear a Jai Herbert de forma asombrosa en 155 libras y regresó a su división en diciembre para someter al invicto Bryce Mitchell, que se suponía tenía ventaja en la lona.
Tras vencer a Emmett de forma contundente en su primera salida estelar, la circunstancia parece perfecta para que sea el próximo retador del peso pluma. Estará en UFC 290 para presenciar la unificación entre Volkanovski y Rodríguez y levantar la mano al final.
Emmett pudo haber sido finalizado dos veces, al cierre del segundo y cuarto asaltos, pero tanto el árbitro Marc Goddard como su esquina optaron por darle al estadounidense la oportunidad de continuar, probablemente en contra de su propio bienestar, ya que el castigo en la cara era demasiado y era imposible darle la vuelta a una puntuación muy desigual.
Topuria fue a la decisión por segunda vez y eso es una buena noticia para él. Parece inminente que en un futuro cercano se enfrente al excampeón Max Holloway, al monarca Alexander Volkanovski y al titular interino Yair Rodríguez. Todos acostumbrados a dar combates de 25 minutos y con una resistencia tremenda.
Aunque sus detractores están utilizando el hecho de que no consiguiera someter o noquear a Emmett, como había prometido, para decir que era necesario someterle a pruebas para ver si estaba listo para el combate por el campeonato.
Lo está.
El siguiente nivel
En sólo dos años y medio, “El Matador” ha pasado por todo. Una pelea con poca antelación en la que venció a Youssef Zalal por decisión, un sólido nocaut en boxeo a Damon Jackson, una aplastante actuación contra el siempre incómodo Ryan Hall, se fue a la lona y se recuperó para noquear a Jai Herbert de forma asombrosa en 155 libras y regresó a su división en diciembre para someter al invicto Bryce Mitchell, que se suponía tenía ventaja en la lona.
Tras vencer a Emmett de forma contundente en su primera salida estelar, la circunstancia parece perfecta para que sea el próximo retador del peso pluma. Estará en UFC 290 para presenciar la unificación entre Volkanovski y Rodríguez y levantar la mano al final.
Dependerá mucho de cómo se desarrolle ese combate y el calendario también podría alinearlo con Max Holloway, Calvin Kattar, Brian Ortega o Arnold Allen. Todas esas peleas ofrecen mayores desafíos de los que él ha afrontado, pero la “fanfarronería” de Topuria proviene del estudio de sus oponentes.
Cuando tiene el micrófono delante, sabe aprovecharlo. Es elocuente y tiene sentido. No se trata sólo de insultar o humillar a su rival, sino también de ensalzar sus propias virtudes y atacar los puntos débiles que ha encontrado.
Su facilidad de palabra y su enorme talento dentro de la jaula le han llevado a generar un fenómeno mediático sin precedentes en las MMA en España en un claro símil a lo que ocurrió hace casi 10 años en Irlanda cuando Conor McGregor explotó en popularidad. Puede ser el primer campeón que represente a España y tiene tirón para traer una cartelera a Madrid.
Aunque su mayor base de fans está en la península ibérica, genera conversación en toda Latinoamérica gracias al idioma, empieza a mostrar su potencial de superestrella global y mantiene una relación comunitaria con la gran generación de luchadores georgianos que ahora brillan en la UFC, como Merab Dvalishvili, Giga Chikadze y Roman Dolidze.
Su equipo, encabezado por los hermanos Jorge y Agustín Climent en Alicante, sabe que el salto será grande. Han decidido que sus concentraciones sean en el sur de Florida, en el Kill Cliff FC de Henri Hooft, uno de los entrenadores más respetados de la actualidad. Allí podrá encontrar sparrings más adaptados a las difíciles condiciones de sus próximos rivales.
El volumen de boxeo de Holloway, la versatilidad de Rodríguez y la polivalencia de Volkanovski serán retos difíciles en un futuro próximo.