Tom Brady y su cambio de personalidad

Cuando salte al campo en el Gillette Stadium el próximo domingo con la camiseta de los Tampa Bay Buccaneers, los aficionados de los New England Patriots no sólo verán a un Tom Brady con un uniforme diferente, también verán a un quarterback con una personalidad que contrasta con la que les mostró en sus primeros 20 años en la NFL.

Al dejar los Patriots en 2020, Brady dejó atrás el mantra de “Haz tu trabajo” que le llevó a seis Super Bowls y adoptó un “Disfruta de la vida” no oficial, que le ha permitido mostrar su personalidad extrovertida.

En los 20 años que jugó en Nueva Inglaterra, Brady se desenvolvió en un ambiente en el que reinaba la seriedad y se limitaban las opiniones para no dar un ápice de información más allá de lo que se debía ofrecer al mundo de la NFL.

Bill Belichick hizo de las respuestas cortas y parsimoniosas una forma de vida en los Patriots y su férrea disciplina no se limitaba a los entrenamientos y al campo cada domingo, sino que la instituía también en la vida de sus jugadores.

Bajo el régimen de Belichick, era, o es, muy difícil que un jugador, aunque sea considerado el mejor de la historia de la NFL, acepte participar en varios anuncios de televisión cada año, tenga actitudes festivas en el desfile para celebrar la victoria de la Super Bowl o sea frecuentemente activo en las redes sociales.

Una de las características que Belichick ha afianzado a lo largo de su mandato como entrenador de los Patriots es evitar a toda costa las distracciones, por mínimas que sean, que pongan en peligro el rendimiento de su equipo.

Brady ha hecho precisamente eso desde que dejó los Patriots. El ahora mariscal de campo de los Buccaneers parece decidido a hacer todo o mucho de lo que no pudo hacer mientras jugaba en Nueva Inglaterra.

Brady ha mostrado una personalidad extrovertida de manera gradual, con más interacción en sus redes sociales, una actitud más relajada en las conferencias de prensa y eventos públicos, y luego comerciales en los que muestra su capacidad de actuación.

En la temporada 2021, Brady ha aparecido en anuncios de sándwiches, criptomonedas junto a su esposa Gisele Bündchen en los que incluso bromea con que los aficionados de Nueva Inglaterra le llaman “traidor” y un aficionado de los Jets le identifica como “la peor persona de la historia”, teléfonos móviles con su tight end Rob Gronkowski, y quizá aparezca en otra campaña publicitaria.

¿Se imaginan la reacción de Belichick si en uno de los desfiles de los Patriots en la Super Bowl Brady tirara el trofeo Vince Lombardi de un coche a otro o si fuera captado por las cámaras con unas cuantas copas de más al final del evento? ¿Se imaginan lo que habría dicho el entrenador de Nueva Inglaterra si Brady (o cualquier otro jugador) hubiera decidido dedicar su tiempo durante la temporada baja a rodar anuncios de televisión?

Es posible imaginar lo que diría Belichick. Lo que es más difícil de imaginar es a Brady haciendo algo así como jugador y leyenda de los Patriots.

En cierto modo, el entrenador personal de Brady, Alex Guerrero, podría tener razón al señalar que la relación entre Belichick y Brady no evolucionó porque el entrenador nunca dejó de ver al quarterback como el jugador de 20 años que reclutó en el draft de 2000.

La actitud de Brady mientras jugaba para los Patriots y lo que vemos hoy en día refuerza la teoría de que Belichick trata a sus jugadores como si fueran adolescentes o adultos jóvenes, limitando muchas actividades que, para muchos otros atletas y personas comunes, son normales.

En honor a Belichick, la forma en que ha dirigido a los Patriots ha producido nueve viajes al Super Bowl, seis campeonatos y quizás la dinastía más dominante y longeva en la historia de la NFL. La fórmula puede estar desgastada, pero puede ser la base de algún éxito más en los próximos años.

Por ahora, mientras Belichick mantiene la misma actitud oscura y conservadora y los comentarios limitados y políticamente correctos, Brady ha sido menos robótico de lo que era en Nueva Inglaterra.

Eso no quiere decir que Brady no siga hablando con corrección política, y quizás más por su primera visita a Foxborough como rival, pero la facilidad con la que vive ahora el considerado mejor quarterback de la historia de la NFL es quizás suficiente para disfrutar del momento y dejar Nueva Inglaterra como lo hizo durante 20 años: como un ganador.