¿Quién merece el JMV y en quién confías más?

Sin ser rivales per se Nikola Jokic y Joel Embiid están inmersos en otra temporada de ‘todo lo que tú puedas hacer, yo lo puedo hacer mejor’. Quizás mejor que la temporada pasada, cuando el pívot de los Denver Nuggets se impuso a su homólogo de los Philadelphia 76ers por el premio MVP y se convirtió en el primer pívot en ganar el MVP desde Shaquille O’Neal en el año 2000.

Con la mayor parte de la temporada ya en los libros, el dúo de pívots está de nuevo en camino de luchar por el premio, superando a jugadores como Stephen Curry y Kevin Durant, que empezaron al frente de la carrera sólo para quedarse en el camino (debido a lesiones o a un rendimiento inferior). Fuera del espectacular base de los Memphis Grizzlies, Ja Morant, o del ex bicampeón Giannis Antetokounmpo, de los campeones Milwaukee Bucks, el premio parece que acabará siendo para Jokic o Embiid.

Embiid lucha por el título de anotador con Antetokounmpo y LeBron James, buscando convertirse en el primer pívot en ser el máximo anotador de la NBA desde O’Neal en 2000, el mismo año en que el miembro del Salón de la Fama ganó su único Premio al Más Valioso. También mantuvo a Filadelfia firmemente entre los mejores del Este y en la disputa por la ventaja de campo en los playoffs a pesar del drama causado por Ben Simmons, antes del intercambio que llevó a James Harden a los 76ers.

Jokic, al igual que Embiid, ha mantenido la temporada de Denver a flote con Jamal Murray recuperándose de un desgarro del ligamento cruzado anterior y Michael Porter Jr. jugando sólo nueve partidos antes de someterse a una operación de espalda. Sin ellos, Jokic está codo con codo con Antetokounmpo por el mayor índice de eficiencia de un jugador en una sola temporada, promediando 26,1 puntos, 13,8 rebotes y 8,1 asistencias por partido en un 57,3% de tiros de campo y un 34,9% desde el rango de tres puntos.

Tanto Embiid como Jokic merecen el crédito de haber devuelto el protagonismo a la posición de 5 después de tantos años desde que el juego se trasladó del interior al exterior, con un énfasis en las alas y el juego de perímetro que dejó a los centros en tierra de nadie… literalmente. Sin embargo, hasta que uno de los dos no gane un título, el retorno del 5 no estará completo.

Pero eso no lo sabremos hasta dentro de unos meses. Mientras tanto, de cara al partido del lunes entre los Nuggets y los 76ers (7:30 p.m. ET, ESPN3), ofrecemos un desglose de Jokic y Embiid, empezando por la competencia por el máximo galardón individual de la NBA.

¿A quién eliges esta temporada?

Yo me decantaría por Jokic, sin dudarlo. La estrella de Denver ha puesto a sus Nuggets en el nivel de los campeones casi en solitario, a pesar de sufrir una lesión, tras otra. Han pasado la mayor parte de la temporada sin su segundo y tercer mejor jugador, y Jokic parece que nunca se echa atrás.

El cansancio de jugar casi en solitario bajó su producción los dos últimos partidos, que se tradujeron en derrotas para Denver y aun así puso números que la mayoría querría ver en sus mejores partidos, con dobles-dobles. Antes de eso, en tres victorias consecutivas contra New Orleans, Golden State y Sacramento combinó 116 puntos, 45 rebotes y 31 asistencias; algo que nadie había logrado en la NBA, y mucho menos en tres partidos en cuatro días y con el núcleo del equipo lesionado. Voy con Jokic contra cualquiera hasta el final de la temporada.

¿Quién merece más el MVP?
La realidad es que no hay mucho que separe a Embiid y Jokic en términos de números o historias esta temporada; los casos de ambos son sólidos bajo cualquier línea. Jokic y los Nuggets se enfrentan a más competidores de 1-10 en el Oeste, pero el camino de los Sixers de Embiid hacia la cima de un Este que es fuerte en la parte superior es más turbulento.

Quizá la mayor diferencia entre ambos sea el factor “dominante”, un adjetivo históricamente asociado en la NBA a O’Neal y Wilt Chamberlain. Embiid parece el jugador más dominante esta temporada, su salud le ha permitido estar en (o cerca de) su mejor momento, y noche tras noche es el objetivo número uno en la cancha. Y con su asociación con Harden apenas comenzando, puede que aún no veamos lo mejor de Embiid.

¿En cuál de los dos confías más?
Son capaces de llevar el peso del equipo sobre sus amplias espaldas. Embiid lidera a los Sixers en tres categorías estadísticas: puntos (29,7), rebotes (11,2) y tapones (1,4). En 30 partidos ha anotado 30 puntos o más. Jokic, por su parte, es líder en cinco categorías: puntos (26,1), rebotes (3,8), asistencias (8,1), robos (1,3) y tapones (0,8). Si la elección recayera en los números, la decisión sería difícil.

Sin embargo, a la hora de confiar en uno u otro, elijo al pívot de Denver. Su capacidad para pasar el balón es lo que inclina la balanza a su favor. Jokic es quizás uno de los mejores pívots pasadores del juego. La mayoría de sus asistencias tienen un fuerte contenido estético. Una mezcla de eficacia y belleza que es difícil de encontrar hoy en día para un hombre grande. Como la combinación de la eficacia en el pase del legendario Arvydas Sabonis y la belleza de Magic Johnson.

¿Cómo se define el hombre grande moderno?
Mezcla un poco de Embiid, un poco de Jokic, algo de Karl-Anthony Towns y añade una buena dosis de Hakeem Olajuwon y Arvydas Sabonis. El hombre grande ideal siempre va a necesitar la fuerza y la estatura que le permitan hacer su trabajo básico en defensa, coger rebotes y proteger el aro.

Ofensivamente, jugar más delante de la canasta, dominar los fundamentos del regate, el pase y el tiro, tener una visión de juego y poseer un tiro respetable desde más allá del arco se han convertido en herramientas fundamentales de los hombres grandes.

¿Pueden llevar a sus equipos a la tierra prometida?
Sin duda. En el caso de Jokic, va camino de convertirse en el primer jugador de la historia en liderar a su equipo en puntos, rebotes, asistencias, robos, tapones y porcentaje de tiros de campo. Sin Michael Porter Jr. y Jamal Murray, tiene a los Nuggets en el sexto lugar de la Conferencia Oeste. Son un equipo que no está en el radar de cara a los playoffs, una vez que todas las piezas están en su sitio.

Embiid, por su parte, también puede dominar todas las facetas del juego. Su pick and roll con Harden es prácticamente imposible de parar. Un Embiid sano, es un candidato al MVP cada año. La gran pregunta es si puede mantenerlo en la postemporada. Si lo hace, llevará a los 76ers a la tierra prometida.