No se esperaba que estuviesen tan arriba: Bulls

Los reveses, ante dos aspirantes al título como los Nets de Brooklyn y los Warriors de Golden State, y otro contra los Celtics de Boston, que todavía están averiguando si sus estrellas Jayson Tatum y Jaylen Brown pueden convivir juntos.

Aun así, los Bulls siguen ocupando el primer puesto de la Conferencia Este con 27-14, con medio partido de ventaja sobre los Nets, que han sufrido un duro golpe esta semana con la lesión de Kevin Durant.

¿Cuáles han sido los factores del resurgimiento de Chicago? Echemos un vistazo.

Su juego de media distancia
En primer lugar, sin las adquisiciones de la temporada, no hay resurgimiento. DeMar DeRozan se ha complementado a la perfección con un Zach LaVine que pedía a gritos ayuda durante las anteriores temporadas “perdedoras”.

Todo comenzó con el traspaso de la temporada pasada por el entonces pívot de los Orlando Magic, Nikola Vucevic, y continuó hace unos meses con las llegadas de DeRozan, Lonzo Ball y Alex Caruso.

Los Bulls, irónicamente, tienen el mejor porcentaje de tres puntos esta temporada (38,6%), cuando te atacan principalmente -muerte- desde la media distancia (18 intentos por partido).

Para que os hagáis una idea de la notable mejora de este torneo, la temporada pasada, Chicago tiraba sólo un 42% desde la media distancia, con 11,7 intentos por partido.

La diferencia ha sido la llegada de DeRozan, cuyo anterior equipo (los Spurs) fue el que más tiros a media distancia intentó por partido en la 2020-21, con 18,1.

Los Bulls también cuentan con el tercer mejor promedio de tiro de campo (47,5%) y el cuarto en tiros libres (81,1%).

El factor LaVine
Ya que lo hemos dicho todo sobre DeRozan, hablemos un poco de LaVine.

El estelar escolta, que participó con el Team USA en los Juegos Olímpicos de Tokio, está anotando 24,9 puntos con 4,8 rebotes y 4,2 asistencias esta temporada. También tiene notables promedios en triples (41,2%) y en tiros de campo (49,1%).

Si sube un poco estos registros, se convertirá en el único jugador que promedia al menos 25 PPJ y tres triples por partido en cada una de las tres últimas temporadas. Damian Lillard es el único otro jugador que ha logrado esta hazaña.

Por primera vez estamos viendo a un LaVine, más que con destellos de superestrellato, como un jugador ganador. Una pieza que puede construir un equipo con aspiraciones de campeonato. Y eso que los Bulls no terminan en el primer puesto del Este desde la 2011-12, cuando tenían el ‘pico’ de Derrick Rose.

LaVine y DeRozan se combinan para formar uno de los dúos más temidos de la NBA, promediando 50,6 puntos por partido entre ambos. Sólo el dúo formado por Michael Jordan (37,1) y Charles Oakley (14,5) en 1986-87 registró más puntos (51,6) en la historia de la franquicia.

Vucevic, Lonzo… Caruso
Por su parte, Vucevic ha mejorado enormemente, sobre todo desde mediados de diciembre, cuando el equipo inició lo que sería una racha de nueve victorias consecutivas.

En el último mes promedia 18,1 puntos, 12,1 rebotes, 3,5 asistencias y un 49,5% de FG.

Lonzo, por su parte, se ha convertido en una amenaza desde el triple, anotando 3,1 por partido esta temporada. Su 42,3% desde el rango de tres puntos es el mejor de su carrera. Ya no se le ve sólo como un creador de juego. Es mucho más.

Mientras tanto, esta semana contarán con el regreso de Caruso que, antes de lesionarse y entrar en los protocolos de seguridad, era el líder de robos de la NBA de todos los tiempos.

Los Bulls están en la línea de un intercambio, preferiblemente un hombre grande defensivo, para poder competir por un billete a las Finales en el Este. Los Milwaukee Bucks y los Nets siguen siendo los favoritos, y los Miami Heat quieren hacer una carrera.

Por su parte, el equipo de Billy Donovan buscará salir de su mala racha este lunes ante el equipo del momento en la NBA: los Memphis Grizzlies, liderados por Ja Morant.

Chicago no celebraba tanto desde la docuserie ‘El último baile’ de Michael Jordan.