Nets, Durant y por qué los Knicks ya no son una buena opción
Los Nets de Brooklyn y los Knicks de Nueva York resumen otro capítulo de su rivalidad el domingo, después de que el equipo de Steve Nash remontara una desventaja de 28 puntos en su último encuentro a mediados de febrero.
Los Nets llevan una racha de cinco victorias sobre los Knicks, la más larga desde 2010-12. Cuando se enfrenten el domingo, lo harán sin el base estrella Kyrie Irving, que, debido a su condición de no vacunado contra el Covid-19, sigue sin poder jugar en el Barclays Center, sede de los Nets. Tampoco podrán contar con Ben Simmons, que aún no ha debutado.
Pero estará Kevin Durant -que volvió de su lesión como si nada- para recordarnos por qué cada vez que se habla del mejor jugador de baloncesto del mundo, su nombre debe estar ahí. Igualmente, las nuevas adquisiciones Seth Curry y Andre Drummond, entre otros.
¿Qué podemos esperar de este partido entre uno de los favoritos para coronarse campeón de la Conferencia Este (a pesar de su octavo puesto) y un equipo de los Knicks que, si la temporada terminara hoy, estaría fuera de los playoffs y de las eliminatorias?
La actualidad de los Knicks
Los Knicks, entrenados por Tom Thibodeau, han sido una de las mayores decepciones de este campeonato. ¿Las razones? Primero, porque han empeorado respecto a la temporada anterior. En la 2020-21, terminaron en cuarto lugar y llegaron a la postemporada. Este año, tienen un récord de 28-39 y están en el duodécimo lugar.
En segundo lugar, porque invirtieron 78 millones de dólares en cuatro años en el escolta Evan Fournier, que solo anotó 14,2 tantos por partido. También invirtieron mal en el base Kemba Walter, al que firmaron por dos torneos, y con el que llegaron a un acuerdo para mantenerlo alejado del equipo.
Sin embargo, antes de la derrota del sábado ante los ahora populares Memphis Grizzlies de Ja Morant y compañía, los Knicks habían ganado tres partidos seguidos con un diferencial de 69 puntos, el más alto en un lapso similar desde 2012.
Sin embargo, la realidad es otra. Los Knicks son el peor equipo de la liga en asistencias (21,4), anotación en la pintura (41,5) y el penúltimo en porcentaje de tiros de campo (49,7%). Están a cuatro partidos y medio de los Atlanta Hawks por el último billete para los playoffs. Jugadores importantes en el último torneo, como Derrick Rose, no han podido tener continuidad debido a las lesiones.
La mejor noticia para los Knicks es el gran nivel mostrado por el alero canadiense RJ Barrett, que lleva ocho partidos con al menos 30 unidades, más que cualquier otro jugador de la NBA de 21 años o menos.
El ala-pívot Julius Randle, a pesar de encabezar una segunda temporada consecutiva con 20 puntos, 10 rebotes y cinco asistencias por partido, ha tenido carencias en situaciones clave y se esperaba un salto de calidad que no ha dado.
¿La peor noticia para el domingo? Kevin Durant. ¿Por qué? Vamos a ello.
KD, la criptonita de los Knicks.
Cuando Durant se convirtió en agente libre hace un par de años, los pronósticos favorecían su llegada a Nueva York. Lo que nadie imaginaba es que tanto él como Irving elegirían al otro equipo de la ciudad.
En su carrera promedia 28,3 puntos por partido contra los Knicks. Para hacerse una idea, sólo Wilt Chamberlain (33,7) y Michael Jordan (31,6) promediaron más.
Además, de sus 29 puntos por partido esta temporada, 7,8 han llegado desde la media distancia, la segunda mayor cantidad de la NBA por detrás de DeMar DeRozan de los Chicago Bulls. Durant castiga desde toda la cancha.
Los Nets, que entre el mal estado de forma de su ahora formador James Harden, así como las lesiones de Durant y la no vacunación de Irving, han utilizado 37 alineaciones diferentes en la 2021-22.
Nadie duda de que la mejor afición de NY, y posiblemente del baloncesto, está en el Madison Square Garden. Pero, a unos ocho kilómetros del Garden, en el Barclays, juega la mejor alineación de la ciudad.
“Nunca quise ser el ‘salvador’ de los Knicks o de NY”, dijo Durant hace unos meses en el podcast The Old Man and the Three. “No me importaba ser el ‘rey’ de NY. Eso nunca me movió. No me importaba estar en Broadway. Sólo quería jugar al baloncesto y relajarme. Y eso es lo que promueve Brooklyn”.
O los Knicks hacen algo con Durant o la superestrella de los Nets se aburrirá de ‘relajarse’ demasiado ante ellos. Me viene a la mente la famosa frase en los derbis futbolísticos de “se busca un rival digno”. ¿Mostrarán por fin su orgullo los Knickerbockers? Lo veremos el domingo.