Moreno enfocado en Kai Kara-Francia

Brandon Moreno y la UFC no pudieron esperar. El campeón del peso mosca, Deiveson Figueiredo, argumentó primero actos de racismo por parte del equipo del mexicano y, posteriormente, una lesión que le mantendría de baja hasta finales de año para posponer la cuarta pelea entre ambos.

La promoción decidió seguir adelante con una pelea por el título interino contra el neozelandés Kai Kara-France en el UFC 277 el 30 de julio. Así lo confirmó este miércoles la agencia de representación de Moreno, Iridium.

El tijuanense está enfocado en la segunda pelea con Kara-France, pero está convencido de que Figueiredo fue sólo una excusa para no pelear con él.

“Él no quería pelear, todos querían esa pelea menos él. El tipo estaba preparado para pelear conmigo y después de eso nada. Se habló de que íbamos a pelear en mayo, en este evento en Phoenix, pero él pidió mucho dinero, la UFC le dijo que no, no vende ni dos entradas de la zona general. Primero lo del racismo, que ya lo hablamos y luego se lesionó; mira, al fin y al cabo si está lesionado, pronta recuperación, ojalá podamos pelear en el futuro”.

Desde su punto de vista, es su equipo el que lo aleja de una pelea que él mismo había ofrecido, incluso en México. “Te habla del tipo de campeón que es y de la gente de la que se rodea, creo que lo están saboteando muy mal con el tipo de consejos que le están dando. Eso de la lesión no salió al principio, fue el último recurso, cuando sintió la soga al cuello por eso parece tan falso, tan irreal.”

Desde esta semana viajó a Kansas City, donde hará su primer campamento en el gimnasio Glory de James Kause: “Quiero cerrar esa página porque el error que han tomado los rivales con Kai es que no lo han respetado, Cody Garbrandt bajó de división y ya estaba pensando en el campeonato; Askar Askarov llegó a la semana de la pelea y empezó a hablar del campeonato, a hablar mal de mí, sin darse cuenta de que tenía a Kai enfrente, sin darse cuenta de lo mucho que ha mejorado Kai”, reconoció el ex campeón.

Para él no hay gran diferencia entre un cinturón indiscutido o interino, más allá de la “decoración” en casa, sino de poder enfrentarse a los mejores y demostrar que pertenece a esa lista.

“Realmente no peleo por el cinturón, por mi legado. Por decir que soy grande y ser uno de los mejores en las artes marciales mixtas que ha dado México. Es un título, me motiva, es contra un rival muy bueno, que ha mostrado mucha evolución, sobre todo desde que perdió con Royval”, dijo el peleador de 28 años.

Todo el mundo habla del momento que atraviesa Kara-France, con tres victorias consecutivas ante Rogerio Bontorin, Garbrandt y Askarov, pero Moreno recuerda que también ha crecido desde su pelea en UFC 245, en diciembre de 2019.

“Cuando peleé con Kai tenía apenas unos 13 o 14 meses trabajando mi striking con Drift Cortés en Tijuana, mejorando mis patadas. La gente esperaba que lo derribara, pero yo quería ver cómo me sentía, me tocó en el primer round, pero ya después me di cuenta que mi mandíbula estaba bien, creo que mi mandíbula está muy bien. Después me sentí confiado para intercambiar”, explicó.

El mayor peligro de su rival, según él, es la nueva actitud que muestra desde que Brandon Royval le derrotó por sumisión. “Creo que cuando va a la pelea con Bortorin ya hay algo diferente en él, se le ve más motivado, sé que se convirtió en un hombre de familia. Me identifico, eso te motiva mucho, ya no puedo fallar, porque hay alguien que depende de mí.”

Moreno está acostumbrado a pelear a cinco asaltos, mientras que para Kara-France será la primera vez que tenga que trabajar físicamente durante 25 minutos.

“Eso me da ventaja mentalmente, no digo que sea un extra, pero ahí fuera estará en su mente saber si puede aguantar los 25 minutos intercambiando. Él está en un gran gimnasio, pero ya estaba en uno cuando nos enfrentamos la primera vez, ya estaba Izzy, ya estaban Volkanovski y Dan Hooker en su mejor momento”, considera el tijuanense.

Después de más de 12 años entrenando en el gimnasio Entram de su natal Tijuana, Moreno decidió buscar un nuevo gimnasio y asegura que fue la pasión de Krause por las MMA las 24 horas del día lo que lo convenció desde que se conocieron en un evento de la comunidad UFC en Las Vegas.

“No voy a negar que estoy nervioso por el cambio. Pero una cosa que me ha generado mucho éxito es no tener miedo a tomar decisiones, es una de las mayores decisiones que he tomado en mi vida porque he estado en Entram desde que empecé con 16 años. Pero la gente tiene que entender un poco que la zona de confort te ataca donde menos te das cuenta. Va más allá de la comodidad o de si entrenas en un gimnasio bonito”.

En sus palabras, se trataba de volver a buscar nuevos conocimientos, como lo hizo muchas veces en el pasado cuando trabajó en otros gimnasios de Estados Unidos por temporadas, pero espera que de la ciudad fronteriza siga saliendo talento.

“Entram es por mucho el mejor gimnasio de Latinoamérica y esperen a que anuncien las peleas de la Serie Contendiente de este año, acaban de anunciar a Yazmín Jáuregui, quien creo seriamente que va a ser campeona de la UFC, tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero lo será. Una de las claves de mi éxito fue también que solía viajar, iba a entrenar a Arizona, Denver, Albuquerque, Los Ángeles, hacía mucho tiempo que no lo hacía porque sentía que no lo necesitaba porque sentía que todo iba bien y no quiero esperar a que vuelva a ir mal, quiero tomar mis decisiones”, dijo.

Ahora contará con dos compañeros que han estado en su esquina en las últimas peleas en el argentino Marcelo Rojo y Masio Fullen, además del entrenador Pedro Jolla, que estuvo en su pelea de UFC 263, cuando se coronó, pero también encontró un buen nivel de sparring en Glory MMA.

Moreno sabe que la pelea podría darse en una ciudad con público latino como Dallas o Chicago, donde la gente estará de su lado y aunque siempre estuvo acostumbrado a ser el desvalido, está acostumbrado a lidiar con la presión de una manera diferente: “Tal vez la gente ahora espera más de mí, pero esa motivación me ha ayudado a empujar hacia adelante”.

La UFC aún no ha hecho oficial la sede del combate, que supondrá la primera ocasión en la que el peso mosca dispute un cinturón interino.