El lavacarros que se convirtió en lanzador de la MLB

El camino de cada uno de los 269 jugadores internacionales que formaron parte de la lista del Día Inaugural de las Grandes Ligas hasta su respectivo equipo ha sido completamente diferente. Algunos tuvieron caminos directos a la MLB porque se proyectaban como futuras estrellas, otros tuvieron que superar grandes dificultades y estuvieron a punto de retirarse antes de ser descubiertos.

La historia del lanzador dominicano Ronel Blanco, que forma parte del cuerpo de relevistas de los Astros de Houston, cae en este último escenario.

Blanco debutó en la temporada 2022 a la edad de 28 años, pero el jugador no pudo establecerse en su primer año en las mayores, por lo que fue enviado a las menores para continuar su preparación. En 2023 recibió una nueva oportunidad de los Astros y hasta ahora la ha aprovechado al máximo.

El santiaguero persiguió por años el sueño de ser jugador de Grandes Ligas, primero como jugador de posición, pero luego lo cambiaron a lanzador, según contó al periodista dominicano Carlos Moreta, del Listín Diario.

“(En mis inicios) duré como dos años jugando tercera base, luego me pasaron al outfield, ya que tenía buen brazo y haciendo un tryout, un scout de los Yankees me dijo que quería verme como pitcher. Lo hice muy bien y desde entonces me dejaron en la posición”, relató Blanco a Moreta.

En medio de este periodo de cambios como jugador y ya entrado en la mayoría de edad (18 años en la República Dominicana), Blanco no sólo tenía que lidiar con lo que ocurría en el campo, sino que también tenía que producir dinero para ayudar a su familia. Así que Blanco empezó a trabajar en un lavadero de coches, teniendo que dividir su tiempo entre el trabajo por las mañanas y sus sueños de jugar al béisbol por las tardes.

“Entrenaba por la mañana y por la tarde trabajaba, ese era mi día a día. Tenía que hacerlo por necesidad. Yo diría que eso me ayudó mucho a ser más disciplinado”, dijo Blanco. “Tuve un momento en el que pensé en retirarme, en no jugar más, pero tenía una persona que siempre me decía que nunca lo dejara, que sabía que iba a firmar”, añadió el jugador.

La determinación de Blanco le llevó a lanzar en partidos de aficionados y en uno de ellos fue visto por un oyente que le invitó a mostrar su talento en otro escenario, lo que le llevaría finalmente a lanzar como invitado en la academia de los Astros. Después de dos apariciones allí y a los 22 años, una edad en la que la gran mayoría de los prospectos no firmados dejan el béisbol en la República Dominicana, Ronel Blanco recibió una oferta por cinco mil dólares, un bono de firma extremadamente bajo para los estándares del mercado.

“No hice mucho con la prima. Sólo lo usé para comprar cosas necesarias en la casa (como) una buena cama. No compré nada lujoso, para eso lo utilicé, para arreglar cosas de la casa”, dijo el jugador de béisbol.

A sus 22 años y recién firmado, Blanco tuvo que ganar vía rápida y demostrar que tenía la capacidad para escalar a las Grandes Ligas. El relevista tardó seis años en debutar en las Grandes Ligas y, tras un decepcionante comienzo de su carrera, fue enviado de vuelta a las ligas menores antes de ganarse su puesto para 2023.

Como parte de su preparación durante esos años, el relevista dominicano tuvo la oportunidad de jugar profesionalmente en su país natal como miembro de Estrellas Orientales, donde se ha establecido como uno de los brazos más importantes de los relevistas verdes.

Blanco es la prueba de que el trabajo duro y la concentración son esenciales para llegar a ser un jugador de MLB, sin importar si un prospecto está proyectado a ser el próximo gran nombre y sin importar el camino tomado, el sueño se puede alcanzar con disciplina y metas claras.