Cowboys quieren escribir su propia historia
Afirman que no han tenido nada que ver con las décadas de fracaso de los Cowboys en los playoffs. La última vez que se coronaron en su entonces ilustre historia fue en la temporada de 1995 y no han podido ganar un partido de playoffs como visitantes en 30 años.
“Tenemos cero responsabilidad por cualquier cosa que haya sucedido en el pasado”, dijo el entrenador Mike McCarthy esta semana. “Al contrario, esta es una gran oportunidad para nosotros de cambiar una mala historia que no construimos”.
Cierto, sólo 10 jugadores de los actuales Cowboys habían nacido la última vez que ganaron un partido de postemporada fuera de Dallas.
Pero sí, una buena parte de los 53 jugadores en activo estuvieron en el partido de wild-card del año pasado, donde fueron exhibidos y eliminados por los San Francisco 49ers, tras ganar los mismos 12 partidos de temporada regular que en 2022.
“Por supuesto que es motivación”, dijo con crudeza el quarterback Dak Prescott, que tiene un récord de 1-3 en sus siete temporadas como profesional en los playoffs, todas con los Cowboys. “De todo se aprende. Pero hay que dejar el pasado ahí, en el pasado. Este es el presente y tenemos una buena oportunidad de responder de inmediato. Nunca puedes dar por hecho que vas a estar en esta posición y oportunidad de playoffs.”
Prescott es de los que necesita cambiar el pasado, incluso el pasado cercano. Llegará al partido contra los Buccaneers con intercepciones en siete partidos seguidos y la mayor cantidad (15) en toda la NFL, a pesar de haber jugado en sólo 12 partidos esta temporada.
“Sé que tengo que jugar mejor en todos los aspectos”, dijo Prescott. “Les prometí a los chicos en el vestuario que estaré listo para hacer mi trabajo en todos los aspectos. Afortunadamente, tengo una oportunidad de nuevo este fin de semana y voy a aprovecharla.”
McCarthy se ha negado toda la temporada a preocuparse por el juego de su quarterback, al que prefiere agresivo aunque entregue balones.
Los Cowboys han tenido la mejor ofensiva de la liga desde que Prescott regresó de su lesión en la derrota 19-3 ante los Buccaneers en el inicio de temporada en el AT&T Stadium.
A pesar de la ineficiencia en la ofensiva durante los primeros seis partidos de la temporada, incluidos cinco con el quarterback suplente Cooper Rush, los Cowboys terminaron primeros en puntos anotados (32,4 por partido, conversión de tercer down (52,3 por ciento) y son segundos en eficiencia de zona roja (78,6 por ciento de touchdowns) en la NFL.
“Lo mejor es que estamos en la postemporada y podemos seguir compitiendo por lo que queremos”, mantuvo McCarthy. “Tengo mucha confianza en que estamos listos para ir a ganar el partido”.
Asimismo, el mariscal de campo de los Buccaneers, Tom Brady, dijo que vio esa oportunidad en el juego contra los Cowboys, de empezar de cero en busca de un campeonato más del Super Bowl.
“Sí, ellos (Cowboys) tienen un gran equipo con el que ganaron 12 partidos por segundo año”, dijo Brady en videoconferencia con los medios de Dallas. “No es fácil ganar en esta liga de manera consistente y ellos lo han hecho. Pero todo eso ha quedado atrás aquí. Todos tenemos a partir de este fin de semana la misma oportunidad”.
“He jugado contra ellos unas cuantas veces y tengo un gran respeto por esa organización, su historia y los grandes jugadores que han tenido y tienen”, añadió. “Pero esta vez sólo serán tres horas el lunes. Todo tendrá que ver con esas tres horas en el campo. Todo lo demás queda atrás y es intrascendente”.
Sí, Brady se ha enfrentado a los Cowboys siete veces antes y les ha ganado siempre; cinco victorias cuando formaba parte de los New England Patriots y dos en años consecutivos con los Buccaneers, incluyendo el primer partido de esta temporada.
“Está claro que sólo tenemos que prestar atención a las dos veces que hemos jugado contra Tom Bay y Tampa. Eso es lo que realmente nos importa. En eso tenemos que centrarnos. Sólo tenemos que preocuparnos de la preparación que ya hemos hecho y volver a nuestro mejor fútbol esta temporada.”
Para su fortuna, los Cowboys se enfrentarán a Tampa Bay con la plantilla casi al completo después de que las lesiones hicieran que el juego defensivo decayera en las últimas semanas.
Esperan que el tackle defensivo Jonathan Hankins (pecho), el linebacker Leighton Vander Esch (cuello) y el esquinero novato DaRon Bland, líder en intercepciones del equipo, estén listos para jugar.
La principal preocupación en cuanto a personal, como en los cinco partidos anteriores, es el esquinero que sustituya a Anthony Brown, baja para el resto de la temporada. Han probado sin éxito cuatro esquinas diferentes en ese lado frente a Trevon Diggs.
“Si tengo una oportunidad, tengo que hacer un mejor trabajo”, expresó el esquinero suplente Nashon Wright, quien ha jugado más en esa posición. “Estoy preparado y mis compañeros confían en mí”.