James, listo para seguir rompiendo récords
Como jugador, James es ya uno de los mayores talentos que ha dado el baloncesto. Porque aunque ha sido un prolífico anotador, no se ha caracterizado sólo por convertir como única función dentro del rectángulo de juego. Al contrario: ha sido un Gran Hermano con ojos para los demás, una Mamushka capaz de hacerse pequeña, mediana o grande en función de las necesidades del entorno.
El día que se vaya, muchos le echarán de menos. No sólo los fans, sino también sus detractores. Puede gustar o no, pero es imposible ser indiferente a un deportista así.
Lo cierto es que James llega a la temporada 2022-23 con 37.062 puntos anotados, a 1.326 puntos del líder de todos los tiempos, Abdul-Jabbar. Suponiendo que consiga mantener su promedio de 27,1 puntos por aparición, podría cruzar la marca a mitad de la actual serie regular. Ahora bien, algo que es importante entender es lo que Kareem logró en su momento: el Rey del Gancho del Cielo fue el máximo anotador de todos los tiempos con un solo tiro de tres puntos en toda su carrera. Incluso jugó la mitad de su carrera sin la posibilidad de lanzar desde detrás del arco y en aquellos tiempos estaba mal visto que un gigante lanzara desde larga distancia. La oportunidad ni siquiera se consideraba.
Avancemos rápido: había siete líderes anotadores de todos los tiempos en la historia de la NBA. Y las marcas siempre se rompían. Joe Fulks fue el primero de 1946 a 1952, George Mikan de 1952 a 1957, Ed Macauley en 1957, Dolph Schayes de 1957 a 1963, Bob Pettit de 1963 a 1966, Wilt Chamberlain de 1966 a 1984 y Kareem desde 1984 hasta hoy.
Han sido 38 años de dominio continuo y eso es lo que LeBron está a punto de romper en la liga actual. Lo interesante es el número de partidos que necesitaron uno y otro: Kareem necesitó 1.560 partidos para convertir sus 38.387 puntos y James recoge sus unidades con algo más de 200 partidos menos (1.366).
Este récord será importante para el legado de James, pero no lo define realmente en cuanto a su pensamiento y génesis como talento. James ha sido, para muchos, el jugador más completo que ha dado la NBA. Y se justifica por otros récords que está a punto de batir.
Tomemos, por ejemplo, el caso de las asistencias. Ocupa el séptimo lugar de todos los tiempos con 10.045 y sólo necesita 97 para superar a Magic Johnson en el sexto puesto. Con 291 superará a Steve Nash y a Mark Jackson para pasar al cuarto lugar.
Y hay más: con 2.140 es el undécimo tirador de tres puntos más prolífico de la historia. Sólo necesita cuatro tiros más desde detrás del arco para superar a Paul Pierce en el 10º puesto. Es el tercero de todos los tiempos con 52.139, lo que marca claramente el prodigio físico que posee para este deporte; con 2.714 más, superará a Karl Malone en el segundo puesto de todos los tiempos. Y esto no está condicionado por el número de partidos, porque no está en el Top 10. Hoy es 14º con 1.366 y necesita 15 para superar a Clifford Robinson. Con los 59 que juegue esta temporada pasará al puesto número 8.
No sólo eso: es el 10º de todos los tiempos en robos con 2.136 y necesita 27 para superar a Hakeem Olajuwon. La temporada pasada registró 73 robos, el mínimo de su carrera. Dicho esto, si consigue al menos 72, también superará a Clyde Drexler en la lista.
En triples-dobles, LeBron es el quinto de todos los tiempos con 105 y sólo necesita cuatro más para alcanzar a Jason Kidd. Tiene 17 triples-dobles desde que cumplió 35 años, más del doble que cualquier otro jugador de su edad en la historia de la NBA.
Lo que ha conseguido James es increíble, pero aún más increíble es pensar hasta dónde puede llegar. Porque nada parece indicar que ésta sea la última temporada de LeBron en la NBA. Tiene 37 años y parece estar sano y con ganas de más. A pesar de los años de desgaste, del esfuerzo que supone el sobreesfuerzo y de la extrema competitividad que supone ser una estrella de élite, puede seguir luchando sin problemas. El Rey jugará todo el tiempo que quiera, porque ya hemos visto que es capaz de hacer un poco de todo.
Dinámico, versátil y único en sus habilidades, James está llamado a seguir rompiendo récords en su camino a la eternidad.
Todos somos testigos de la historia.