¿Cómo va la aventura de Canó en las ligas menores?

El 10 de junio, los Padres de San Diego le dieron a Robinson Canó un contrato de liga menor, poniendo fin por el momento a su estancia en las Grandes Ligas.

Muchos predijeron que Canó habría preferido convertirse en agente libre y otros señalaron que era el momento de que el dominicano anunciara su retiro, al menos de las Grandes Ligas.

Sin embargo, después de aparecer en 12 juegos, la misma cantidad que tuvo con cada uno de los equipos con los que estuvo en las mayores este año (Padres y Mets), el intermedista dominicano ha demostrado que el bate está ahí y trabaja para volver al más alto nivel en caso de que San Diego lo necesite.

En la docena de partidos jugados con los Chihuahuas de El Paso de la Liga de la Costa del Pacífico, Canó ha realizado 58 apariciones en el plato con un promedio de bateo de .296 y un OBP de .345 con 16 hits.

En ellos ha conectado 4 dobles, ha remolcado 10 carreras y se ha ponchado 16 veces.

Sus registros en las menores superan considerablemente lo que ha hecho en las Grandes Ligas esta temporada a pesar de haber jugado el doble de partidos.

En su primer tramo, también en 12 juegos de la campaña regular con los Mets de Nueva York, el segunda base dominicano bateó apenas .195 con un jonrón, tres carreras impulsadas, totalizando 8 hits en 41 at-bats.

En su segunda etapa con los Padres, las cosas no mejoraron para Canó con un promedio de bateo de .091, una carrera impulsada, sólo tres hits y 10 ponches en 34 apariciones en el plato en 12 juegos.

Quizás la diferencia más notable entre los 3 equipos es que en El Paso, Canó ha jugado 9 de sus 12 partidos como bateador designado (los otros tres en la segunda base), mientras que con los Mets la proporción fue de 7 como middle infielder y 5 como bateador designado, y con los Padres en las Grandes Ligas jugó 5 en la segunda base, 3 como bateador designado y el resto como bateador emergente.

¿Será posible ver de nuevo a Robinson Canó en las Grandes Ligas? Si continúa con lo que está haciendo vistiendo el uniforme de la caricatura animada de la famosa esponja, no sería extraño que los Padres lo llamen en caso de emergencia.

El jugador de 39 años con 17 temporadas en las Grandes Ligas ha asumido el reto con humildad y por el momento ha demostrado que las condiciones ofensivas siguen estando ahí, al menos al nivel actual en el que se desenvuelve.