De maldiciones, decepciones y vástagos
Los Medias Blancas de Chicago, el equipo que le abrió las puertas de las Grandes Ligas tras una larga estancia en las menores, a raíz de aquel incidente en el que conectó un jonrón en una cuenta de 3-0 sobre un envío bombeado del jugador de los Mellizos de Minnesota, Williams Astudillo, que lanzaba por la cómoda diferencia en el marcador. Tony La Russa, mentor de los ChiSox, calificó la actitud del novato dominicano, que hasta ese momento era la sensación de la temporada, como una falta de respeto al juego. Tras esa reprimenda, Mercedes cayó en un bajón del que no pudo recuperarse. ‘Yerminator’ deambula ahora, como alma en pena, por las Menores con muy pocas posibilidades, al menos de momento, de volver a pisar un campo de las Grandes Ligas. Su línea ofensiva con los Charlotte Knights de la AAA (.222 AVE/.347 OBP/.414 SLUG) no parece lo suficientemente atractiva como para pensar que La Russa lo llamará de nuevo al equipo grande.
DESDE ESA incomprensible reacción de Tony La Russa, los Medias Blancas, a pesar de tener uno de los rosters más poderosos de la Liga Americana, se han quedado con las ganas. El año pasado fueron aplastados por los Astros de Houston en la Serie Divisional (1-3) y actualmente están en el tercer lugar de la división Central, detrás de dos equipos teóricamente inferiores (Mellizos de Minnesota y Guardianes de Cleveland). Van camino de quedarse fuera de la postemporada, a pesar de la ampliación de los puestos gracias a la extensión de los playoffs. La Russa, que fue sacado del retiro para reemplazar a Rick Renteria (timonel que logró un récord de 35-25 en 2020 y la primera aparición de la franquicia en la postemporada desde 2008) y llevar al equipo al siguiente nivel, se ha estancado a pesar de heredar un equipo construido y listo para esfuerzos mayores. Al cierre de esta columna, los White Sox estaban jugando por debajo de .500, producto de 23 victorias y 26 derrotas. ¿Existe una maldición de Mercedes? ¿O es que La Russa, miembro del Salón de la Fama de Cooperstown como mánager, simplemente no ha sido capaz de encontrar el interruptor para encender este equipo que lleva ya 17 años sin llegar a la Serie Mundial?
SI CHICAGO no tiene nada que celebrar, porque los Cubs (22-29) también están de capa caída, el malestar debe ser el estado de ánimo que prevalece en Detroit, ya que los Tigers (21-30) fueron construidos para competir en la división Central de la Liga Americana y han hecho poco o nada para justificar los movimientos de la gerencia fuera de temporada. Aunque todavía hay tiempo para recuperarse -están a 8 juegos del líder, los Twins-, mucho tendrá que mejorar un equipo que el colega Jesse Rogers calificó de “terrible”. Rogers escribió recientemente sobre los Tigres: “El mayor problema de Detroit está en el plato, donde ocupan el penúltimo lugar de la liga en OPS, apenas por encima de .600 (.611). El agente libre de alto precio Javier Báez vio su promedio de bateo caer por debajo de .200 (.197) y tiene sólo tres jonrones. De hecho, cuatro regulares, CUATRO, están bateando por debajo de la línea de Mendoza, mientras que el joven prometedor de 2021, Akil Baddoo, ha sido desterrado a las menores. No se suponía que fuera así para los Tigres de AJ Hinch”.
DESPUÉS DE FIRMAR un megacontrato, Lindor tuvo un año para olvidar en su primera temporada con los Mets de Nueva York. Su compatriota y amigo, Javier Báez, va por el mismo camino en 2022. En la temporada baja ‘El Mago’ firmó un contrato de 6 años y 140 millones de dólares con Detroit y hasta ahora no ha justificado el “modesto” cheque de 20 millones de dólares que ganará al terminar la campaña. Si los Tigres han sido “terribles”, Báez ha sido un desastre. Sin poder, sin toque, sin velocidad. Tampoco ha tenido oportunidades. En resumen, la inversión de Detroit ha sido un fiasco hasta ahora. El promedio ofensivo de Báez está por debajo de la Línea de Mendoza (.197), su porcentaje de slugging es un mísero .236, lo que se traduce en que llega a la base un poco más de dos veces cada diez at-bats. Además, sólo ha pegado tres jonrones y ha remolcado 13 en 40 partidos. No solo eso, hasta ahora no ha robado una sola base, algo que hizo 18, 11 y 21 veces en las últimas tres temporadas completas (2018, 2019 y 2021). Detroit compró caviar y le vendieron tilapia.