Los Celtics lucieron como los Warriors

Haciendo gala de los atributos que les han caracterizado durante toda la temporada, los Celtics apelaron a su defensa, pero también tuvieron una racha similar a la de los Warriors, 17-0 con cinco triples, en el último cuarto del partido para tomar la ventaja definitiva.

Con 40 puntos frente a los 16 del equipo local en el último cuarto, el entrenador Ime Udoka y sus chicos demostraron que hay defensa para la ‘evolución’ del baloncesto que comenzó con el tiro de tres puntos de Stephen Curry.

Con una desventaja de 92-80 al inicio del último cuarto, Boston se ajustó para dar un golpe sobre la mesa y hacer pensar a los de Steve Kerr que las cosas no serán fáciles en la búsqueda de su séptimo campeonato.

Las claves del primer partido

1.- Una plantilla completa. El regreso de Gary Payton, Otto Porter Jr. y Andre Iguodala dio más profundidad al equipo local.

Antes del partido, Draymond Green se refirió a Payton como un duro defensor, mientras que Stephen Curry dijo que Iguodala tenía la capacidad de ayudar al equipo tanto dentro como fuera de la cancha; sin embargo, al final Payton no fue autorizado por el entrenador Kerr.

2.- Curry imparable, su transición y pantallas para que tuviera la comodidad de tirar de tres.

La estrella de los Warriors terminó el primer cuarto con 21 puntos y 6 triples para igualar el récord de Kyrie Irving, según la investigación de ESPN Stats & Info. Su total de puntos en el segmento fue el más alto de un jugador en un cuarto de las Finales desde Michael Jordan en 1993.

Curry tuvo un máximo de 34 puntos, pero se fue de 5 a 16 en tiros de campo (1 a 6 desde el rango de tres puntos) después de su explosión en el primer cuarto.

El regreso de Klay Thompson a las Finales tras la rotura del ligamento de la rodilla izquierda que sufrió el 13 de junio de 2019 durante el sexto partido contra los Toronto Raptors.

Thompson parecía que iba a ser de gran aporte para Curry, pero su cómplice se ‘apagó’ y cerró la noche con solo 15 puntos (3-7 desde el arco).

Juego físico en la pintura. Jugando de pívot, Daniel Theis no fue lo suficientemente duro para contener a Draymond Green o Porter Jr. mientras Al Horford estaba en el banquillo.

Sin embargo, cuando el dominicano regresó, los Celtics recortaron una desventaja de 10 puntos e igualaron el marcador a 49 a falta de poco más de dos minutos para el final de la primera parte, para terminar por delante 56-54.

La aportación de Horford. El pívot dominicano y su permanencia en la cancha (33 minutos) fueron claves, terminando con 26 puntos, la cifra más alta de todos los ‘verdes’, con 6 tableros.

El debut de Horford en las Finales fue histórico, ya que consiguió el segundo mayor número de puntos de un jugador de los Celtics en su primer partido de las Finales, a sólo 10 puntos de Bill Sharman, que consiguió 36 en las Finales de 1957.

Además, sus seis triples no sólo fueron una marca personal, sino la mayor cantidad de la historia de un jugador en su debut en las Finales.

Eficiencia desde ‘Saturno’. La principal arma de los Warriors, el tiro de tres puntos, fue atrofiada por su rival para vencerlos en San Francisco.

Golden State se fue de 19-45 (42,2%) en total en tiros de tres, siendo Curry el más acertado con siete, mientras que Boston se fue de 21-41 para un mucho mejor 51,2%. Horford encestó seis de ocho y, saliendo del banquillo, Derrick White encestó cinco de ocho.