Simone Biles se retira del concurso por lesión
Simone Biles, de 24 años, fue vista siendo atendida por personal médico tras realizar su salto de caballo, y ya no salió para las barras asimétricas
“Simone Biles se ha retirado de la última competición por equipos debido a un problema de salud. Será evaluada diariamente para determinar si está médicamente autorizada para futuras competiciones.”
Con sólo dos líneas, la Federación de Gimnasia de Estados Unidos intentó frenar la ola de conjeturas que siguió a la retirada de la mayor estrella de este deporte de la final por equipos de los Juegos Olímpicos de Tokio.
La gimnasta Simone Biles no pudo terminar su participación para Estados Unidos en la prueba por equipos del all-around femenino, siendo sustituida para las barras asimétricas por la suplente Jordan Chiles.
Biles fue vista siendo atendida por personal médico de la delegación estadounidense.
El comunicado confirma que hay un problema y deja en duda la participación de Biles en el resto de sus finales pendientes: all-around, bóveda, suelo y viga.
La gimnasta, de 24 años, sí compitió en la prueba de salto, obteniendo una puntuación de 13,766 antes de abandonar para ser atendida por una aparente lesión. Su puntuación fue la peor entre los miembros del equipo norteamericano.
Sin lesiones aparentes, pero insegura desde que empezó a competir el pasado domingo, Biles salió hoy con aspecto serio al gimnasio Ariake, hizo su ejercicio de salto, que no clavó, e intercambió miradas de desconcierto con sus entrenadores.
Tras ver la puntuación de 13,766 en el marcador, la peor entre los miembros de su equipo nacional, la actual campeona olímpica abandonó el escenario con un médico del equipo. Regresó unos minutos después, vestida con un chándal y con una máscara.
Su retirada de la final se hizo oficial en cuestión de minutos, el tiempo que tardó Jordan Chiles, que iba a ser suplente en las barras asimétricas, en empezar a calentar.
“No es un problema relacionado con la lesión”, informó un entrenador, según la transmisión televisiva de la NBC. “Es un problema mental que sufre Simone. Físicamente, está bien”, añadió el entrenador, según un informe de la cadena. “Sólo ha terminado por esta noche”.
Estados Unidos perdió la medalla de oro, o la ganó, ante Rusia, que ya iba por delante dos días antes en la ronda de clasificación.
Ese día, en su debut en los Juegos de Tokio, Biles no lució su habitual sonrisa. Se movió inquieta por el pabellón entre ejercicio y ejercicio y, dentro de su excepcional nivel, no consiguió las marcas esperadas. De hecho, fue primera en salto pero segunda en suelo (un aparato en el que no pierde una competición desde 2013) y sexta en viga.
Hace menos de un mes, en las pruebas de selección para formar el equipo de Estados Unidos, Biles ganó el primer día de competición pero perdió en el segundo ante su compañera Sunisa Lee. Reaccionó con lágrimas y, preguntada por esa derrota y su dolor, atribuyó ambas a la presión de la inminencia de otros Juegos Olímpicos.
La gimnasta tejana ganó cuatro medallas de oro y una de bronce en Río, que al menos podría igualar en Tokio, según las marcas obtenidas en las últimas temporadas. Salvo el año sabático que se tomó tras los anteriores Juegos, ha ganado todas las competiciones en las que ha participado, salvo dos.
En ese periodo también se convirtió en un referente social al revelar los abusos a los que fue sometida por el médico Larry Nassar, ahora en prisión. Ha sido un azote constante para la federación y el Comité Olímpico de Estados Unidos, al que acusa de hacer oídos sordos a las denuncias realizadas durante estos años.
Tras terminar la final de hoy, charló animadamente con el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, que bajó a la pista para hablar con ella y preguntarse por su estado. Y tras recoger su medalla de plata, pasó más de media hora haciéndose fotos con sus compañeras en un Ariake ya vacío.
La misma gimnasta a la que antes de los Juegos la red social twitter le dedicó un emoji como GOAT (la mejor de todos los tiempos) tiene hoy un problema y sólo ella guarda el secreto de lo que le ocurre. Su salud, física o mental, le ha jugado una mala pasada cuando estaba a punto de revalidar el primero de sus oros olímpicos. Es cuestión de horas saber si su problema es temporal o lo suficientemente grave como para que se pierda el resto de las finales.
La estadounidense se convirtió en la primera atleta en clasificarse para las seis finales posibles de la gimnasia artística femenina en estos Juegos: all-around por equipos, all-around individual y la final de cada uno de los cuatro aparatos.