Canelo no tiene que buscar en el semipeso

No estoy revelando nada nuevo. Ustedes lo saben tan bien como yo. De hecho, puedo asegurar que casi todo el mundo es consciente de que Canelo Álvarez (56-1-2, 38 KO’s) hace tiempo que perdió su reputación.

No me malinterpreten, tiene derecho a ello. Trabaja lo suficiente en el gimnasio para ello. Y eso es incuestionable.

Pero todos los extremos suelen ser odiosos. Ha trascendido que el rostro indiscutible del boxeo profesional probablemente hará campaña en las 175 libras, después de haber acaparado los cuatro cinturones en el peso supermedio (168 libras).

“Tenemos toda la intención de venir a pelear a Guadalajara en febrero. Sería para defender (los títulos de 168 libras) o tal vez buscar una pelea en 175”, reconoció Eddy Reynoso hace unos días. “(En 175) está (Artur) Beterbiev (16-0-0, 16 KO’s), está (Dmitry) Bivol (18-0-0, 11 KO’s), después de que ganemos en septiembre, si conseguimos la pelea con Caleb Plant (21-0-0, 12 KO’s) y unificamos, buscaremos las dos en 175 libras”, subrayó el entrenador.

No hay nada de malo en querer establecer un calendario para el futuro inmediato. Pero ni siquiera el mexicano se ha unificado en las 168 libras y ya el binomio Canelo-Reynoso está pensando en subir a una división en la que aparentemente tiene poco o nada que hacer.

Lo sé, lo sé. No he perdido la cabeza. Sé que Canelo, el 13 de septiembre de 2019, noqueó al ruso Sergey Kovalev (34-4-1, 29 KO’s) en la división de los pesos ligeros y le arrebató el cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).

Aunque derrotó al “coco” de la división, todos sabemos en qué condiciones lo hizo. Kovalev se encargó de decírnoslo.

Ya se ha cuestionado su estancia triunfal en las 168 libras por la aparente desventaja física del mexicano. Seamos benévolos y asumamos que Canelo es un peleador súper dotado y no condicionó en las negociaciones a los campeones que barrió en ese peso: Rocky Fielding, Callum Smith y Billy Joe Saunders. Y, además, que éstos no son unos bultos.

Pero, ¿qué escenario se encontrará en las 175 libras? Bueno, en todos los casos la desventaja de tamaño, alcance y peso se agravará. A su favor, tendrá la opción de elegir su horario e imponer la cláusula -incluida la rehidratación- que le apetezca. A fin de cuentas, partirá como retador, sin embargo, el que genera el boleto es él y nadie más que él.

Reynoso dijo al respecto “son retos realmente complicados, Canelo viene del superwelter y está peleando con peleadores más altos y fuertes en las 175 libras, pero estos son los retos que nos gusta asumir”.

Reitero, en condiciones normales, Canelo no tiene nada que buscar en las 175 libras. Los campeones de peso semipesado son tipos demasiado grandes, todos entre 5’11½ y 6 pies (1,82-1,83 metros), y una pegada que asusta. Canelo no es más grande que 5’8 (1,73 metros).

Sin embargo, el mexicano encontrará la manera de tomar ventaja, o al menos igualar las probabilidades, sin siquiera subir al ring, ni por primera ni por última vez.

En cualquier caso, no le veo haciendo una pelea de aclimatación. Su condición de número 1 libra por libra le obliga a enfrentarse a los campeones de los cuatro principales organismos sancionadores: Beterbiev, monarca del Consejo Mundial de Boxeo y de la Federación Internacional de Boxeo; Bivol, rey en la Asociación Mundial de Boxeo; y Joe Smith Jr. (27-3-0, 21 KO’s), campeón de la OMB.

Que nadie se sorprenda si empieza contra el que considera menos fuerte y empieza a deshojar la margarita.

Si cada uno de los campeones asume la actitud de Sergey Kovalev, no veremos nada especial. Simplemente un púgil asegurando la vida de tres y cuatro generaciones; espectáculos deprimentes y arrobas de interrogación.

Y si me preguntan qué pelea me gustaría ver, Canelo contra Andre Ward (32-0-0, 16 KO’s). El estadounidense está retirado, pero a sus 37 años no sería del todo descabellado que volviera a por una gran paga contra un tipo más pequeño y menos hábil en el ring. Tal vez Ward emule a Floyd y vaya a por el dinero fácil contra Canelo.