Por qué Conor seguirá luchando gane o pierda

Cuando Conor McGregor perdió ante Dustin Poirier en el UFC 257, se refirió a sí mismo como un “luchador a tiempo parcial”, alegando que la inactividad le afectó durante el evento estelar del PPV en enero.

McGregor tiene solo tres peleas de MMA desde noviembre de 2016, cuando se convirtió en el primer bicampeón de la historia de UFC, en comparación con las 9 de Poirier durante ese mismo lapso de tiempo. Así que, quizás haya algo de verdad en lo que dice la superestrella irlandesa.

Por supuesto, durante ese lapso, McGregor tuvo otra pelea, pero como sabemos, fue retirado del octágono de la UFC. En agosto de 2021 se cumple el cuarto aniversario de “La mejor pelea de la historia de los deportes de combate” entre McGregor y Floyd Mayweather, un evento que, a pesar de la derrota sufrida en el ring, elevó a McGregor a la cúspide de los deportes de combate.

De cara a su pelea de la trilogía contra Poirier en UFC 264, es esa misma puerta que abrió contra Mayweather la que prácticamente garantiza que McGregor seguirá siendo la máxima atracción en todo lo relacionado con los deportes de toma y daca.

¿Queremos una pelea de MMA? McGregor puede venderla.

¿Queremos un combate de boxeo en el ring que pretenda ser un enfrentamiento de ensueño? McGregor puede venderlo.

¿Queremos un enfrentamiento novedoso que haga estallar las redes sociales? McGregor puede venderlo.

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En una época en la que los combates híbridos boxeo-MMA y las exhibiciones especiales cobran más vida a cada momento, no podemos olvidar que fue McGregor quien los puso de moda, rompiendo con el procedimiento estándar que fue la norma, especialmente en el boxeo, durante años.

Así que, si muy bien ese desvío hacia el ring de boxeo le convirtió en un pionero si tenemos en cuenta el estado actual de los deportes de combate, la pregunta acaba siendo si esa inactividad en general y el cambio de día a día que proporcionan los millones y millones de dólares ganados marcaron el fin de McGregor como luchador de élite en UFC.

Como escribió el colega Brett Okamoto, el legado de McGregor como atleta está en juego en la pelea de la trilogía contra Poirier. De eso no hay duda; una derrota sacaría a McGregor del panorama de los campeonatos, convirtiéndolo en una atracción al 100%. Y seamos claros, eso no tiene nada de malo, pregúntenle a Nate Díaz. En última instancia, el que más sufriría con una segunda derrota ante Poirier sería el ego de McGregor, el que sigue intentando convencer al mundo (y quizás a sí mismo) de que sigue siendo el mejor luchador del mundo.

Ese factor, unido a su posición como el deportista mejor pagado de 2020 (y solo tuvo una pelea) y el ‘MVP’ del deporte en general, quizás le haría pensar en alejarse del deporte por completo si vuelve a perder contra Poirier. Tal vez.

Sin embargo, esa puerta que abrió contra Mayweather está más que abierta para satisfacer su ego y seguir siendo la cara del deporte.

Habría tantas opciones, a través de diferentes escenarios de pelea, que parecería ridículo pensar que McGregor, con apenas 32 años, opte por decir adiós. Ya hemos jugado ese jueguito unas cuantas veces, y siempre termina con McGregor de vuelta a la acción.

Pero si el orgullo de McGregor acaba lo suficientemente machacado contra Poirier como para decir no a la jaula, quizás el ring de boxeo se convierta en su nuevo hogar ‘a tiempo completo’.

¿Y por qué no? El negocio de los deportes de combate híbridos se ha convertido en un auténtico pozo de dinero y de titulares. Ya vimos lo que consiguió Anderson Silva contra Julio César Chávez Jr. y en septiembre Vitor Belfort compartirá ring con Óscar de la Hoya, que vuelve para una exhibición tras 18 años alejado de los cuadriláteros. Y como ya se ha mencionado, la moda actual la puso McGregor.

No es difícil imaginar a McGregor subiéndose al ring de boxeo para cualquier número de emparejamientos, que probablemente irían desde boxeadores en activo (quizás alguna estrella en busca de una gran bolsa) hasta leyendas retiradas que apuestan por habilidades erosionadas para dar un espectáculo con el irlandés. Nombres actuales como Manny Pacquiao y el rey de la libra Terence Crawford han sido vinculados a McGregor, además del propio De la Hoya e incluso Mayweather.

Y hablando de Mayweather, que sigue ganando millones y millones con su nombre en las exhibiciones, ¿no sería justicia poética para McGregor si consigue superar las ganancias obtenidas por ‘Money’ en su combate especial contra el YouTuber Logan Paul? ¿Cómo hacerlo? Fácil, enfrentándose al hermano Paul que más ha dado que hablar en el mundo de los deportes de combate.